Como sabemos los seres humanos pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, esto significa claramente que el descanso es una tarea fundamental para nuestro desarrollo, evolución y salud. Teniendo esto en cuenta, los cálculos son fáciles, si logramos vivir 90 años, habremos estado dormidos 30 años aproximadamente.
Mientras dormimos, el cerebro sigue trabajando y realizando tareas vitales: regeneración celular, asimilación de conceptos, grabación de recuerdos,… pero, os habéis preguntado ¿qué nos hace a todos dormir? ¿Por qué todos, sin excepción necesitamos dormir?
Durante el último siglo los estudios han sido numerosos, todos ellos con el claro objetivo de comprender qué nos hace dormir. Desde los experimentos realizados en 1909 por el científico japonés Kuniomi Ishimori hasta los múltiples experimentos de los años 60’. Entre ellos, el estudio de la privación del sueño y la reacción del cuerpo humano, realizado por el equipo del profesor William Dement.
Tras estos y otros experimentos si algo tienen claro los científicos es que existe un grupo de hormonas que hace que caigamos en la inconsciencia del sueño, otro que regula el hambre y otros que nos ayudan con diferentes actividades vitales para que cada mañana nuestro cuerpo y nuestra mente estén preparados para afrontar un nuevo día.
La vital importancia del sueño está cada vez más impregnada en la sociedad, por ello, trabajar en los actos conscientes que nos ayudan a un buen descanso, son tareas fundamentales en el día a día de cada uno de nosotros.
Mantener un entorno relajado, una almohada, edredón y un colchón adecuado, una iluminación baja y eliminar el ruido, son cosas que podemos controlar y que nos ayudarán a mejorar nuestro descanso y nuestro bienestar.